Martín Martínez Pascual fue un sacerdote nacido en Teruel en 1910, era prefecto en un colegio de Murcia cuando estalló la guerra civil española, tras la persecución al clero se escondió en casas de amigos y en cuevas, pero al enterarse que a su padre lo habían detenido se presento para mediar ante el comité en agosto de 1936, lo arrestaron junto a otros sacerdotes y los subieron a un camión para fusilarlos fuera de la vista de todos.
El fue el único que pidió ser fusilado de frente, y poco antes de morir dijo… «Yo no quiero sino daros mi bendición para que Dios no os tome en cuenta la locura que vais a cometer»
La fotografía es de instantes de su fusilamiento. Fue beatificado en 1995.
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